Quédate callado y solo: casi todo sobra y huelga. De la rama el fruto cuelga y la rosa del peciolo, no a efectos del querer sólo, sino a la inerte ceguera que la visión exagera en alcance y en sentido; y lo que cantas dormido es tu canción verdadera.
Quédate solo y callado: casi todo huelga y sobra. Ningún gasto se recobra, ni vale el oro cambiado la moneda que has pagado por montones de vellón. Que a hurtos da el corazón los latidos que aprovechas, y aunque imaginas que pechas, lo debes al panteón.