Quejarse de las penas de amor debe ser permitido y no profana el secreto
[Poema - Texto completo.]
Francisco de Quevedo| Arder sin voz de estrépito doliente ¿Y ordenas, Floris, que en tu llama ardiente Concédame tu fuego lo que al pino Del volcán que en mis venas se derrama, | 
 

