¿Que cuál es mi quijote predilecto? El de todos los sueños. Yo mismo, jinete en un caballo de palo. En un caballo de madera que galopa en los vientos. Yo mismo, sobre un corcel luciérnaga, herrado con hierro de luceros. Yo solo, herido, casi muerto. Mis espuelas clavadas en los ijares de un caballo leño. Todo a mi alrededor terriblemente quieto. Y yo solo, en el caballo de palo, volando, ciego, buscando en lo infinito dos ojos con que ver: -¡Los tuyos! –