La moza de Bedmar
Entre Torres y Canena,
acerca des’Allozar,
fallé moza de Bedmar,
sant Jullán en buen estrena.
Pellote negro vestía,
e lienzos blancos tocaba,
a fuer del Andalucía,
e de alcorques se calzaba.
Si mi voluntad ajena
non fuera en mejor logar,
non me pudiera escusar
de ser preso en su cadena.
Preguntele dó venía,
después que la hobe saluado,
o cuál camino facía.
Díjome que d’un ganado
quel’guardaban en Racena,
e pasaba al Olivar
por coger e varear
las olivas de Ximena.
Dije: «Non vades señera,
señora, qu’esta mañana
han corrido la ribera,
aquende de Guadïana,
moros de Val de Purchena
de la guarda de Abdilbar;
ca de vervos mal pasar
me sería grave pena».
Respondiome: «Non curedes,
señor, de mi compañía;
pero gracias e mercedes
a vuestra grand cortesía;
ca Miguel de Jamilena
con los de Pegalajar
son pasados atajar.
Vos tornad en hora buena».
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