Debajo de la mesa se ven como tres puertas de pequeños hornos, donde se ven piedras y varas ardiendo, por donde asoma el enano que masca semillas para el sueño. Encima de la mesa se ven tres cojines grises y azules, en dos de ellos hay como figuras geométricas hechas con huevos irrompibles. Al lado un jarrón sin ornamento. Pedazos de leña por el suelo. Un hombre curvado con una balanza pesa una cesta de almendras. La varilla de ébano alcanza de inmediato el fiel. El hombre que vende teme a los tres pequeños hornos que se esconden debajo de la mesa. Por allí deben salir las figuras esperadas que vendrán cuando el pesador logre el centro de la canasta. A su derecha el hombre que contempla absorto al pesador, juega con unos pájaros.