Soy nodriza de un poeta,
Su Pipa, y: duermo a su Bestia.
Cuando sus tuertas quimeras
Se le agolpan en la frente,
Humeo… Y así no ve
Telarañas en su bóveda.
…Le construyo un cielo, nubes,
Mar, desierto y espejismos;
–Allí su ojo muerto yerra…
Cree entre la nube densa,
Reconocer una sombra.
–Siento que muerde mi tubo…
–¡Libera otro torbellino
Su alma, su argolla, su vida!
…Siento que me apago. –Él duerme–
***
-Duerme: se calmó la Bestia,
Teje hasta el final tu sueño…
¡Querido!… el humo lo es todo,
–Si es cierto que todo es humo…