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Traigo conmigo un cuidado…

[Poema - Texto completo.]

Sor Juana Inés de la Cruz

Traigo conmigo un cuidado,
y tan esquivo, que creo
que aunque sé sentirlo tanto
aún yo mismo no lo siento.

Es amor, pero es amor
que, faltándole lo ciego,
los ojos que tiene son
para darle más tormento.

El término no es a quo,
que causa el pesar que veo
que siendo el término el bien
todo el dolor es el medio.

Si es lícito y aún debido
este cariño que tengo,
¿por qué me han de dar castigo
porque pago lo que debo?

¡Oh, cuánta fineza! ¡Oh, cuántos
cariños he visto tiernos!
Que amor que se tiene a Dios
es calidad sin opuestos.

De lo lícito no puede
hacer contrarios conceptos,
con que es amor que al olvido
no puede vivir expuesto.

Yo me acuerdo (¡ah, nunca fuera!)
que he querido en otro tiempo
lo que pasó de locura
y lo que excedió de extremo.

Mas como era amor bastardo
y de contrarios compuesto,
fue fácil desvanecerse,
de achaque de su ser mesmo.

Mas ahora (¡ay de mí!) está
tan en su natural centro
que la virtud y razón
son quien aviva su incendio.

Quien tal oyere dirá
que si es así ¿por qué peno?
Mas mi corazón ansioso
dirá que por eso mesmo.

¡Oh, humana flaqueza nuestra,
adonde el más puro afecto
aún no sabe desnudarse
del natural sentimiento!

Tan precisa es la apetencia
que a ser amados tenemos,
que aun sabiendo que no sirve
nunca dejarla sabemos.

Que corresponda a mi amor
nada añade; mas no puedo
(por más que lo solicito)
dejar yo de apetecerlo.

Si es delito, yo lo digo;
si es culpa, ya lo confieso;
mas no puedo arrepentirme
por más que hacerlo pretendo.

Bien ha visto quien penetra
lo interior de mis secretos
que yo misma estoy formando
los dolores que padezco.

Bien sabe que soy yo misma
verdugo de mis deseos,
pues muertos entre mis ansias
tienen sepulcro en mi pecho.

Muero (¿quién lo creerá?) a manos
de la cosa que más quiero,
y el motivo de matarme
es el amor que le tengo.

Así alimentando triste
la vida con el veneno,
la misma muerte que vivo
es la vida con que muero.

Pero valor, corazón,
porque en tal dulce tormento,
en medio de cualquier suerte
no dejar de amar protesto.



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