Tú no sabes amar: ¿acaso intentas
darme calor con tu mirada triste?
El amor nada vale sin tormentas,
sin tempestades el amor no existe.
Y sin embargo ¿dices que me amas?
No, no es amor lo que hacía mí te mueve;
el Amor es un sol hecho de llama,
y en los soles jamás cuaja la nieve.
¡El amor es volcán, es rayo, es lumbre,
y debe ser devorador, intenso,
debe ser huracán, debe ser cumbre…
debe alzarse hasta Dios como el incienso!
Pero tú piensas que el amor es frío;
que ha de asomar en ojos siempre yertos,
con tu anémico amor… anda, bien mío,
anda al osario a enamorar los muertos.