Muy cerca, a la derecha cuando entras a la biblioteca de Berito, enterramos al sabio Lisias, el gramático. El lugar es muy apropiado. Lo colocamos cerca de sus cosas a las que recuerda también allá acaso – escolios, textos, filología, variantes, opúsculos con abundante interpretación de helenismos. Y además así será vista y honrada por nosotros su tumba, cuando pasemos a los libros.