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Y entonces haz el amor.
Sin sexo, solo amor.
Y con eso quiero decir
los besos lentos en la boca,
en el cuello,
en el estómago,
en la espalda,
los picoteos en los labios,
manos entrelazadas,
y los ojos dentro de los ojos.
Me refiero a unos abrazos tan fuertes
para convertirse en uno,
cuerpos atascados y almas chocando,
caricias en los rasguños,
quitándonos la ropa junto a nuestros miedos,
besándonos nuestras debilidades,
en signo de vida
que hasta este momento
se habían desvanecido.
Me refiero a tocar los cuerpos con los dedos,
crear constelaciones,
inhalar perfumes,
a los corazones que laten juntos,
a las respiraciones que viajan
al mismo ritmo.
Haz el amor y no te avergüences,
porque el amor es arte,
y tú su divina obra maestra.
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